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Noxa. Palabras 3
por Danilo Albero Vergara
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Sábado 2 de diciembre, 2017

Ya en Palabras 1, escribí sobre el sentido de ciertos vocablos que sirven de contraseña. Estas contraseñas o palabras correctamente dichas o, mejor, el borgeano "y al fin pronunció el Nombre que es la Clave", son viejas como el mundo y su uso se remonta al bíblico Libro de los jueces. El uso adecuado de este "nombre que es la clave" puede significar, entre otras cosas: el acceso a la riqueza para Alí Babá cuando escuchó y luego repitió: "Sésamo ábrete"; la muerte para los miembros de la tribu de Efraim  al pronunciarlas de manera inadecuada -Libro de los jueces (12:5-6)-; o el acceso a la riqueza y, también, perder la vida por olvidarlas, para Cassim, el hermano de Alí Babá.

También en Palabras 2, escribí sobre los términos que aprendí en viajes, tanto en español como en otras lenguas y que he incorporado al uso cotidiano.

Pero ahora encuentro que las palabras me acechan emboscadas en cualquier circunstancia, como perros callejeros a la búsqueda de un eventual amo

Hace un mes y medio, al cruzar la calle tuve un acceso de tos que atribuí a las alergias que proliferan en la ciudad. Cansado de toser al médico. El diagnóstico: alergia; la prescripción: antihistamínicos durante dos semanas. Ni la tos ni el desgano creciente pasaron; trascartón, una oftalmia que me duró varios días. Los antihistamínicos se agotaron y la tos, aunque menguada, no cesa.

El médico, que conoce bien mi hipocondría, luego de la revisión y de auscultarme, concluyó que era una alergia y un estado gripal que podía durar.

Como el personaje de Tres hombres en un bote o El enfermo imaginario, todos los días me fabrico alguna dolencia. El médico dijo que las alergias y las gripes, son una noxa que suele venir en pareja y se encariñan con la gente estresada. Sin querer demorarlo más en consideración a otros pacientes, no pregunté qué significaba noxa -pero anoté la palabra en la portadilla del segundo tomo de Obras completas de Luciano que llevaba.

Una vez en casa rastreé el significado de noxa, empezando por la Real Academia Española, seguido de una larga navegación por la web. Como resultado de este viaje etimológico comprendí que la palabra implicaba otras dos, sobre las cuales me había advertido la lectura de Luciano cuando arremete contra ciertas creencias religiosas tradicionales y las prácticas que estas conllevan para concluir: "Acciones y creencias por parte de la mayoría que necesitan de la crítica de un Heráclito o de un Demócrito; el uno para reírse de la ignorancia; el otro para deplorar su estupidez". En esta frase -según la nota del traductor- hay un juego de palabras de Luciano, en griego ágnoia, significa ignorancia o ausencia de conocimiento (gnosis); y ánoia implica estulticia o carencia de mente (nous).

Este juego de palabras coincidió en mi búsqueda de noxa, a la cual la RAE define: "daño o perjuicio", aclarando que es una palabra de poco uso. Una de mis primeras entradas en la Web me volvió a remitir a la RAE por parentescos que la Real Academia pasa por alto. El primer parentesco es que noxa deriva del latín nex (muerte); el segundo es que noxa también puede derivar de obnoxio, para la RAE: "expuesto a contingencia o peligro", también de poco uso. El tercer parentesco surgió de un diccionario de latín: obnoxius (sometido, sujeto, dominado).

Entonces, noxa es cualquier componente del entorno con la capacidad de generar algún tipo de daño a la persona que entre en contacto con él. Estas noxas y todas sus reacciones en cadena son tan variadas como la simple naturaleza, o la imaginación humana, o la combinación que ambas permitan: la peste bubónica; el garrote vil de Mariana Pineda; el huracán Katrina; la hoguera de Giordano Bruno; retirar al país del Acuerdo de París sobre el cambio climático; las dos balas 9 milímetros de Sarajevo; la locomotora de Ana Karenina; el polonio de Livtinenko que le mentó a Putín; el cascotazo del Marqués de Santillana; la tuberculosis de Kafka; el Vesubio; el terremoto de Lisboa; el cuchillo sacrificial de Agamenón; el sida; el arsénico de madame Bovary; el gas sarín de Bashar al Assad; o Little Boy, regalo que la mamá de Paul Tibbets dejó caer sobre Hiroshima.

El otro campo de acción de las noxas son las sociales o síquicas, es decir acontecimientos externos sobre el que una persona, o grupos de personas, no tiene control: crisis económicas, racismo, persecuciones políticas, inseguridad social.

Pienso en el mundo, en una suerte de cuenta regresiva frente al Apocalipsis, donde las ideologías se simbolizan con dos peluqueros: uno, el que peina al gordinflón de nalgas grasas, 'hombrecito de Michelin' de rasgos orientales y de cabello negro; otro: el que peina al gordinflón de grasas caderas 'hombrecito de Michelin' de rasgos WASP y cabello rubio oxigenado. Así en esta macabra glosa del aria de El barbero de Sevilla: "Largo al factotum" (Abran paso para el factotum), dos peluqueros se ocultan detrás de los dedos que pueden apretar el botón que destapará la botella que encierra a Juggernaut, el demonio al que nadie puede detener y aplasta a todos en su camino. Razón por demás fuerte para que las noxas sociales acosen a toda la humanidad, desde los desprotegidos rohyngias de Myamnar -por más que el papa llore por ellos, ya que no puede llorar por su país- a cualquier profesional exitoso, joven, rico y sano del primer mundo. Cuando el barco se hunde se ahogan desde los fogoneros hasta el capitán.

Y el destino del mundo sigue en equilibrio inestable detrás de dos cabezas huecas que se diferencian solo por sus cortes de cabello. Es decir entre los dos personajes mencionados por Luciano, pero fundidos en uno solo y reflejados en un espejo deformante, un ignorante y un estúpido. La suma de todas las noxas.

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